Se dice en Marcos capítulo 6 y a partir del versículo 35 que estaba Jesús y sus discípulos frente a unos cinco mil hombres predicando. Entrada la tarde sus discípulos piden a Jesús despedir a la gente para que se alimenten por su cuenta a lo que Jesús les dice "no"; acto seguido cuentan cinco panes y dos pescados y Jesús ordena (previa bendición) que con ello se alimente a todos y al final, inclusive, hasta sobran doce (si mal no recuerdo) cestos de pan.
Éste es un relato muy conocido y la versión de la enseñanza o moraleja generalmente (mayormente) tiene que ver con que "Dios tiene un inmenso poder como para alimentar con poco a miles", así, se centra muchas veces la enseñanza en el poder magnífico y universal de Dios.
Comparto ahora una versión muy particular.
El verdadero milagro está en que Jesús nos enseñó que si queremos nosotros mismos podemos multiplicar cinco panes y dos pescados entre cinco mil (o más, o menos). ¿Cómo es éso?. Veamos, había ahí cinco mil personas esperando recibir "algo" que ellos necesitaban, y estaba Jesús y TODOS recibieron alimento y satisfacieron su necesidad, así el milagro, en apariencia mágico y poco probable de repetir, toma un sentido, Jesús repartió sus recursos y esfuerzos y éstos rindieron frutos, es decir, se multiplicaron.
Tenemos siempre algo que dar, algo qué compartir, alguien a quién ayudar, a quien enseñar, y si es así, TENEMOS LA RESPONSABILIDAD de hacerlo, ése esfuerzo, que según nuestros dones o gracia que nos es dada puede ser mucho o poco rinde fruto, o sea: SE MULTIPLICA.
Nos gusta siempre buscarle el momento o "lado" mágico a las cosas, pero hay también que estar alertas y aplicar la enseñanza de forma simple, porque así son las cosas, la vida de Jesús es mágica, universal, omnipotente, pero, a comparación, la nuestra es simple, aunque no poco importante, de verdad es importante buscar la trascendencia, ésa que se convierte en herencia, ésa que transforma, ésa que siempre hace y puede hacer diferencia.
Amigos...., hay "cinco mil" enfrente de nosotros, es hora de multiplicar los panes y los pescados.