martes, 7 de abril de 2009

FELIPE NESS Ó ELIOT CALDERÓN

A propósito de la comparación que B. Obama hace de F. Calderón con E. Ness a continuación un extracto de la columna de Sergio Sarmiento, “Jaque mate”:
“"Pienso que éste es un buen momento para una cerveza".
Franklin D. Roosevelt, al derogarse la Prohibición
Eliot Ness ganó fama en la década de 1930 en la guerra contra Al Capone y otros gángsters que distribuían bebidas alcohólicas en los Estados Unidos a pesar de la prohibición promulgada en 1919 a través del llamado Volstead Act, la 18a enmienda a la Constitución. En su esfuerzo Ness comandó a un pequeño equipo de agentes del Departamento del Tesoro, al que la prensa denominó Los Intocables. Con el tiempo este grupo serviría de inspiración para una popular serie de televisión, que comenzó a emitirse en 1959, y para una película de 1987 dirigida por Brian De Palma y protagonizada por Kevin Costner.
Este domingo 29 de marzo en el programa "Face the Nation" de la cadena de televisión CBS el presidente Barack Obama de los Estados Unidos comparó la lucha del mandatario mexicano contra el narcotráfico con la de "Eliot Ness contra Al Capone en los tiempos de la Prohibición, ya que con frecuencia esto causa más violencia".
Ness logró algunos decomisos importantes de bebidas alcohólicas y supo siempre aprovechar la "oportuna" presencia de los fotógrafos de prensa que captaban gráficas en que aparecía tirando el preciado alcohol. No fue él, sin embargo, quien logró la aprehensión de Capone, a pesar de la idea generalizada que se tiene. Su esfuerzo se centró en comprobar que este gángster era culpable de distribuir bebidas alcohólicas en violación del Volstead Act. Otros agentes del Tesoro y del Departamento de Justicia fueron quienes conjuntaron de manera inteligente las pruebas de que había evadido impuestos y que permitieron su detención (véase Eliot Ness: The Real Story de Paul W. Heimel, Knox Books).
Lo más importante, sin embargo, es que Ness no logró avances en lo que deberían haber sido las dos responsabilidades del Gobierno que representaba: ni impedir la violencia que generaba el tráfico de bebidas alcohólicas ilegales ni eliminar el consumo. Fue Franklin D. Roosevelt, tras asumir la presidencia de los Estados Unidos en marzo de 1933, quien realmente puso fin a la violencia y al consumo de productos ilegales. Lo hizo de una manera muy sencilla: impulsó una nueva enmienda constitucional, la 21ra., que legalizaba el consumo de las bebidas alcohólicas. La enmienda fue promulgada el 5 de diciembre de 1933 y entró en vigor al día siguiente.
Ness se tomó la situación con filosofía y quizá incluso alegría. Dicen que para festejar la enmienda que dejaba sin materia un trabajo policial de años por el que varios de sus compañeros habían sido asesinados, simplemente se tomó un trago y, sin pensarlo mucho, pasó con su equipo a combatir otros crímenes de la delincuencia organizada. Con el tiempo, él mismo desarrolló problemas con su manera de beber.
La comparación que el presidente Obama hizo de Calderón trataba de ser positiva. Ness tiene una excelente imagen entre los estadounidenses. Se le considera un hombre honesto que puso todo su esfuerzo en hacer cumplir una ley en la que quizá no creía. La comparación completa, sin embargo, debería considerar que el mérito de Ness se limitó al esfuerzo, puesto que sus resultados concretos fueron limitados.
La legalización de las bebidas alcohólicas que impulsó Roosevelt en 1933 no redujo, por supuesto, el consumo de alcohol en los Estados Unidos. De hecho, seguramente lo incrementó. Pero la información disponible sugiere que la Prohibición tampoco hizo que la gente dejara de beber. Los "roaring twenties", los "desenfrenados veinte", fueron un tiempo de alto consumo de alcohol y de creciente aceptación de los estadounidenses a ese uso de una sustancia ilegal. Lo que sí logró Roosevelt al legalizar el alcohol fue eliminar la violencia que afectó a ciudades como Chicago y que resultaba tan similar a la que hoy afecta a las ciudades mexicanas.
En un momento crucial en la relación entre México y Estados Unidos es importante que Obama haya decidido comparar al mandatario mexicano con un policía con fama de honesto y dedicado como Ness. Pero él debería saber que los policías finalmente fracasaron en sus intentos por hacer cumplir la Prohibición.
Roosevelt, otro personaje muy admirado por Obama, fue quien finalmente puso fin a la irracionalidad. La legalización tuvo costos para la sociedad, nadie lo niega. El consumo excesivo de alcohol era y es un problema. Pero la Prohibición simplemente era peor”.
CONCLUSIÓN (Frecuencia 8):
A pesar de los “dimes y diretes” entre los EU y nuestro país, es positivo que el mandatario Estadounidense se pronuncie en un sentido halagador a su homólogo Mexicano y su trabajo, ya que esto contrae a la vez un compromiso Norteamericano en la lucha contra el crimen organizado.
Fuente: Columna "Jaque Mate" de Sergio Sarmiento
Artículo cortesía de EOMER
Editado By FERRO

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