ABRAHAM LINCOLN (3a. PARTE y FINAL)

Para colmo, Lincoln tenía que lidiar con otros problemas: por un lado, la Intervención Francesa en México, que aprovechó la oportunidad de que Estados Unidos estaba ocupado en su guerra civil y no podía llevar a cabo la Doctrina Monroe (de la que no permite intervención de otras potencias en los asuntos de los países americanos); y por otro, su esposa, Mary Todd que aparentemente estaba completamente trastornada.
Contrario a lo que se suele comentar popularmente, Lincoln no era particularmente amado por la gente. Muchos consideraban absurda la guerra, en el Norte les parecía que si el Sur se quiere separar, pues para que desgastarse en evitarlo. Asimismo, su pieza de oratoria más conocida, el Discurso de Gettysburg (un poco breve por cierto), fue considerado por la prensa de la época y por él mismo, como desastroso. Sólo después sería considerada una de las grandes piezas retóricas en inglés de todos los tiempos.

Fue precisamente aprovechando la victoria en Gettysburg de Julio de 1863 (que pudo haber sido decisiva, si el gral. Meade no hubiera dejado huir al famosísimo General Lee) que Lincoln abolió la esclavitud en todo el territorio de la Unión Americana. Claro que la problemática de Lincoln, recién reelecto y a dos semanas de haber ganado la guerra, tienen mucho que ver con su imagen histórica. Pero considerando lo que le tocó vivir, y cómo salió avante en todas las situaciones, sin duda que es uno de los grandes estadistas del Siglo XIX.

Artículo cortesía de C.P. Joel Ornelas Salas