viernes, 28 de mayo de 2010

PAUL MCCARTNEY Y SU CONCIERTO EN EL FORO SOL DE LA CIUDAD DE MÉXICO

Apuntes del concierto al que me hubiera gustado asistir (al que debí de haber ido), el que ofreció ayer por la noche en el Foro Sol de la Ciudad de México (hoy ofrece su segundo concierto).
McCartney, Maca, Sir Paul, el más prolífico y exitoso vendedor de los cuatro Beatles tocó sus grandiosas canciones: Let it be, Yesterday, Get back, Hey Jude con la cual (como ya es su costumbre) invitó al público a cantarla con él (cuanto hubiera dado por ser uno de ellos), dedicó My Love a su extinta esposa Linda y siguió con sus homenajes (mini-homenajes) a Lennon y Harrison (tal vez, y aprovechando, hubiera tocado Piggies de Harrison dedicándosela a Heather, digo, si le dedicó una a Linda...).
Paul, mi admiración y respeto a un hombre que supo darle al mundo su talento, Paul, sin duda, será recordado siempre como aquel que entregó al mundo el más grande (por lo menos en cantidad) legado musical de la historia.
Hoy es el segundo concierto.
Hoy tampoco estaré...
By FERRO

CARICATURA: "GET BACK, PONY" (en relación al regreso del Pony al Santos Laguna)

martes, 25 de mayo de 2010

VIDEO: "ACE OF SPACES", MOTORHEAD, GRANDES ROLAS DEL METAL

CARICATURA: "THE BEATLES", (homenaje al cuarteto de Liverpool)


viernes, 21 de mayo de 2010

IGNACIO ALLENDE 1769 - 1811

Nació en San Miguel el Grande (hoy San Miguel de Allende), en Guanajuato. Hijo de españoles, heredero de regular fortuna, abrazó la carrera de las armas. Ganó sus primeros ascensos en Texas a las órdenes de Félix María Calleja, cuando en 1801 batieron a Nolland, un aventurero estadounidense. En 1806, ya era capitán. Empezó desde entonces a mostrarse partidario de la independencia.

En San Miguel estaba al mando del Regimiento de Dragones de la Reina. Acogió con entusiasmo los proyectos de los conspiradores de Valladolid, y a pesar de ser éstos aprehendidos, siguió conspirando. De acuerdo con Miguel Hidalgo, se fijó el 1 de octubre de 1810 el inicio de la Guerra de Independencia.

Sospechoso ante el intendente de Guanajuato, se giraron órdenes para arrestarlo al mismo tiempo que se descubría la conspiración. Hidalgo le hizo marchar de San Miguel a Dolores. La denuncia de Querétaro los retuvo dos días en Dolores, hasta que Hidalgo resolvió lanzarse a la lucha. Allende no puso objeciones y fue a sublevar el Regimiento de la Reina. La circunstancia de que el padre Hidalgo fuera el más resuelto, determinó que la jefatura recayera en su persona, y no en Allende, que parecía el caudillo más lógico. Entraron los insurgentes a San Miguel y luego a Celaya. En esa ciudad Allende empezó a organizar su ejército, que ya pasaba de 40 mil hombres.

El 22 de septiembre se le nombró teniente general; Hidalgo ostentaba el título de capitán general. La indisciplina en las filas insurgentes le hizo marchar sobre Guanajuato, y no sobre Querétaro, ya fortificado. En el camino hacia la Ciudad de México, al pasar por Acámbaro, Hidalgo, fue proclamado generalísimo y Allende capitán general, por un ejército de ochenta mil hombres.

Allende hizo retroceder al realista Torcuato Trujillo hacia el Monte de Las Cruces, batalla en que triunfaron los insurgentes. Sostuvo Allende la necesidad de marchar sobre México, dado el indudable prestigio que su ocupación ocasionaría, además de la fuga o prisión del virrey y la desorganización del gobierno de la capital. Prevaleció la opinión de Hidalgo y los insurgentes retrocedieron cuando se encontraban a pocos kilómetros de la ciudad de México. La dispersión que esto ocasionó se agravó con la derrota de Aculco donde se impuso el brigadier Félix María Calleja.

Allende se separó de Hidalgo y regresó a Guanajuato. Puso a la ciudad en estado de defensa y mostró sus cualidades de organizador: fundió cañones, barrenó peñascos; fabricó armas y pólvora y solicitó auxilios de Hidalgo, quien se hallaba en Valladolid; de Torres, dueño de Guadalajara, y de Iriarte en San Luis Potosí; este último intentó auxiliarle, pero el rápido movimiento de los realistas lo impidió.

Al llegar Calleja a Guanajuato y tomar las principales posesiones, Allende tuvo que abandonar la ciudad y marchó a Guadalajara. Las diferencias con Hidalgo le hicieron apartarse del gobierno civil, dedicándose sólo a la organización del ejército.

En la batalla de Puente de Calderón, Allende mostró una vez más sus dotes militares, secundado por Aldama y Abasolo. Tres veces fueron rechazados los realistas a las órdenes de Manuel Flon, y en dos ocasiones volvieron la espalda las tropas de Calleja cuya pericia, unida a la explosión de un carro lleno de municiones en el lado insurgente, inclinaron la victoria por los ejércitos virreinales.

Allende, perdida toda esperanza, marchó rumbo a Zacatecas para unirse allí con Hidalgo. Las discordias entre los insurgentes aumentaron. Hidalgo dimitió verbalmente del mando y Allende fue reconocido generalísimo. Ordenó que la retirada se hiciera hasta Saltillo. Antes se adelantó a Matehuala para imponer respeto a los realistas.

En una junta del 16 de marzo de 1811 se nombró jefe a Ignacio Rayón y se acordó marchar hacia Estados Unidos. El 21 de marzo fueron hechos prisioneros por Ignacio Elizondo en Acatita de Baján: Allende fue el único que hizo resistencia y vio morir a su hijo en la refriega. Se les condujo a Monclova y luego a Chihuahua, donde se les procesó desde el 6 de mayo.

Luego de ser sometido a un proceso, fue sentenciado a muerte y se le pasó por las armas el 26 de junio de 1811, en unión de Jiménez, Juan Aldama y Manuel Santamaría. Su cabeza fue colgada en uno de los ángulos de la Alhóndiga de Granaditas, hasta marzo de 1821, cuando el general Anastasio Bustamante la hizo quitar. Sus restos reposan en la cripta de la Columna de la Independencia, del Paseo de la Reforma en la Ciudad de México.


Por Eomer

Parque Río Nazas

Esta es la maqueta del proyecto que ya se esta trabajando en el lecho seco del Río Nazas, donde estará este mega parque.






















By Eomer

Paruqe

Paruqe

APOYO INCONDICIONAL AL SANTOS

APOYO EN LA OFICINA AL SANTOS-LAGUNA, ¡¡¡ VAMOS GUERREROS !!!

jueves, 20 de mayo de 2010

LOST LLEGA AL FINAL

Lost trascendió los límites de la Pantalla Chica
El día de hoy comienza el final de la sexta temporada de 'Lost', serie que marcó a muchos más allá de la pantalla…
La última temporada de 'Lost' marca el fin de una serie que logró tener un gran impacto alrededor del mundo y que ha llegado a considerarse de "culto".
'Lost' sorprendió desde su inicio y creó toda una revolución en el mundo de la televisión y en los expectadores que fielmente han seguido sus capítulos por más de cinco temporadas.
El impacto de la serie ha sido tal, que ha trascendido el éxito de los altos niveles de audiencia, ya que la influencia que ha tenido se puede ver reflejada en diferentes ámbitos.



Se puede comenzar nombrando a la "Lostpedia", una enciclopedia en línea que contiene datos de la serie. El contenido del sitio es accesible a todo público, pero no puede utilizarse con fines comerciales, únicamente puede ser modificado por personas pertenenicentes a dicha comunidad de la web. De igual manera existen cientos de sitios y foros dedicados a la serie. Debido a la popularidad de la historia, se le ha hecho referencia y se han parodeado algunos de sus elementos en series como "Veronica Mars", "South Park", y "Los Simpson". Incluso un comercial del pollo frito transmitido en Hawai hace referencia a la serie.



Los números que son nombrados una y otra vez en la historia: "4, 8, 15, 16, 23 y 42" se han vuelto muy populares, pues desde que Lost salió al aire, cientos de personas han apostado por estas cifras en la lotería.
La serie se graba en Kaawa Valley , Hawai, por lo que después del estreno de la misma, este destino ha multiplicado el número de visitantes que tiene, ya que cientos de fanáticos quieren visitar la isla donde "viven" "Jack", "Kate" y "Sawyer".



'Lost' también ha influenciado varios videojuegos, ya que en Half-Life 2: Episode Two aparecen los números 4, 8, 15 y 16 mientras se carga el juego de Skate. También en World of Warcraft aparece una escotilla similar a la serie y también una serie de dígitos numéricos. Por otra parte, comics como Catwoman y The Thing han hecho referencia a la serie en algunos de sus ejemplares.



El amor trascendió las pantallas de 'Lost', ya que dos de sus protagonistas: Evangeline Lilly y Dominic Mohanan comenzaron un romance que terminará en boda, pues ambos han externado sus planes de contraer matrimonio una vez que terminen de trabajar en la última temporada de la serie. La pareja tiene previsto casarse en Hawai, por ser un lugar significativo para ellos, ya que ahí iniciaron su relación y es donde se graba el programa que les ha dado fama a nivel mundial.
Finalmente, 'Lost' trajo de vuelta éxitos musicales de décadas pasadas, pues canciones como Wash Away de Joe Purdy y Make Your Own Kind Of Musicde Mama Cass, retomaron popularidad al ser las 'rolas' que se escuchan mientras los personajes se encuentran en la escotilla.




By Eomer

NARCO-MONSTRUO




sábado, 15 de mayo de 2010

LA REVOLUCION 2da. Parte

Madero presidente


Revolución maderista. 20 de noviembre de 1910-21 de mayo de 1911. Fue un movimiento rebelde que pretendía un cambio de carácter político, basado en el principio de “Sufragio efectivo-No reelección”. Su fin era derrocar a Porfirio Díaz y convocar a nuevas elecciones.

Interinato de Francisco León de la Barra. 25 de mayo de 1911- 6 de noviembre de 1911. Como Madero no quería llegar al poder a través de las armas aceptó que un presidente interino gobernara durante seis meses para que bajo su autoridad se convocaran nuevas elecciones. El presidente elegido fue Francisco León de la Barra, miembro del régimen porfirista.

Decena Trágica. Contrarrevolución. 9 – 19 de febrero de 1913. Golpe de estado encabezado por viejos generales porfiristas que derrocaron al régimen de Madero.

Revolución Constitucionalista. 26 de marzo de 1913 – 13 de agosto de 1914. Fue encabezada por Venustiano Carranza y apoyada por generales como Pancho Villa, Álvaro Obregón, Pablo González, Felipe Ángeles, entre otros. Su objetivo era político: restablecer el orden constitucional roto por el golpe de estado de Victoriano Huerta.

La bola. Octubre de 1914 a finales de 1916. Una vez que terminó la revolución contra Huerta, se desató la lucha por el poder entre los propios revolucionarios resultando vencedor el grupo de Venustiano Carranza.

Zapatistas en Morelos

Etapa constitucional. 1916-1917. Con la victoria en sus manos, Carranza añadió a las reformas políticas que pretendía establecer una serie de demandas sociales que habían estado presente desde el inicio de la revolución y que incluso eran demandas de sus enemigos, como la jornada laboral de ocho horas, la restitución de tierras, la obligatoriedad y gratuidad de la educación, la soberanía nacional sobre el suelo y el subsuelo. Y con ese conjunto de demandas convocó a un Congreso Constituyente en la ciudad de Querétaro para que le diera a México una nueva Constitución, la cual fue promulgada el 5 de febrero de 1917 y en su momento fue considerada como una de las más avanzadas del mundo en materia social.

Movimiento zapatista. Marzo de 1911 – abril de 1919. Aunque en muchos momentos el zapatismo combatió al mismo enemigo que la revolución, lo hacía por sus propias razones y en la mayoría de los casos no aceptó acercarse a ningún otro movimiento. Se mantuvo en pie de guerra durante 8 años continuos, “contra todo y contra todos” como decía el propio Zapata. Su bandera en todo momento fue la restitución de tierras arrebatadas a los campesinos desde la época del porfiriato. Primero tomaron las armas contra Porfirio Díaz. Luego contra el presidente Madero por no resolver con rapidez la cuestión agraria por lo cual consideraron que había traicionado a la revolución. El 28 de noviembre de 1911, Zapata dio a conocer el Plan de Ayala donde estableció su programa revolucionario que se reducía a la cuestión de la tierra. Fue enarbolado contra Madero pero fue su bandera durante los siguientes años contra Huerta y Carranza. Derrocado Madero, el zapatismo hizo la guerra al huertismo pero sin unirse a la revolución constitucionalista. Al triunfo de este movimiento se unió al villismo para combatir a Carranza (1915-1917) pero en vez de apoyarlo, mientras Villa combatía en el bajío, Zapata se aisló en el estado de Morelos donde puso en práctica su revolución de acuerdo con el plan de Ayala. De 1917 a 1919 fue el ocaso del zapatismo que siguió en armas contra Carranza pero terminó con el asesinato de Zapata el 10 de abril de 1919.

Aunque la mayoría de los historiadores coinciden en que la revolución mexicana como movimiento de reivindicación social y política concluye al promulgarse la Constitución, en los años siguientes se registraron varias rebeliones importantes:

Rebelión de Agua Prieta (abril-mayo de 1920). Encabezada por Adolfo de la Huerta, Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón contra Venustiano Carranza quien murió asesinado en el conflicto.
Rebelión Delahuertista (finales de 1923-primeros meses de 1924). Iniciada por Adolfo de la Huerta ante la imposición de Calles como candidato a la presidencia. Fue apoyado por varios generales de la vieja guardia revolucionaria. El presidente Obregón se encargó personalmente de hacerle frente, derrotó a los rebeldes y fusiló a la mayoría de loes jefes rebeldes.
Revolución Cristera (1926-1929). Levantamiento de católicos apoyados por la jerarquía eclesiástica ante el acoso del estado mexicano sobre la iglesia plasmado en la ley reglamentaria del artículo 130 Constitucional.
Rebelión escobarista (1929). Encabezada por Gonzalo Escobar meses después del asesinado de Álvaro Obregón. Fueron derrotados y su caudillo murió.
Rebelión cedillista (1938). Fue la última rebelión antes de iniciar el largo periodo de paz y estabilidad social de la segunda mitad del siglo XX. Encabezada por Saturnino Cedillo que resultó muerto en el movimiento.

Por Eomer

miércoles, 12 de mayo de 2010

LAS INVERSIONES A LARGO PLAZO

Es indudable que en nuestra sociedad y en la vida, uno de los aspectos más importantes y que, en la mayoría de los casos, determina nuestra felicidad y tranquilidad es el dinero.
Está comprobado que la acumulación de las riquezas por sí solo no soluciona los probemas, de hecho en muchos casos es causa de la quiebra Financiera, sí, aunque parezca contradictorio.
Así que "acumular" no es lo mismo que "ahorrar", el ahorro busca un objetivo, un "porqué" y un "para qué", así que si te decides (y ojalá así lo hagas) a ahorrar busca tener ya identificado a donde vas a destinar ése ahorro.
Sin embargo recuerda que el dinero a través del paso del tiempo, por efectos económicos como el de la inflación, pierdo su "valor real", es decir, su valor adquisitivo.
Entonces tu ahorro, para que no pierda su valor adquisitivo por el paso del tiempo y la inflación debe ser invertido, ¿en donde?, en aquellos instrumentos de inversión que te permitan tener una tasa no menor a la de la tasa de inflación.
Ahora bien, en nuestro País existe un GRAVE problema de ingreso real, en otras palabras, el suedo ya no es suficiente, no alcanza, es bajo, las ganacias en cualquier empresa se ven muy reducidas por los altos costos en los que se tienen que incurrir, así que lo destinado al ahorro aunque sea grande en porcentaje suele ser bajo en cantidad, así que los planes de inversión deben ser considerados en plazos a mediano y largo plazo, yo creo que éstos no deben ser menores a 5 años.
Muy bien, ahora ¡manos a la obra!, toma una libreta, anota aquellas cosas para las que DEBAS ahorrar, luego aquellas para las que TE GUSTARÍA ahorrar, júntalas, toma tus prioridades, investiga dónde puedes invertir (las afores son buenas opciones), planea en relación a tus metas y alcances reales, calendarízalas y ¡listo!, llegó la hora de AHORRAR.
Así que la clave para lograrlo es: Trabajo, constancia y paciencia.

By FERRO

martes, 11 de mayo de 2010

LA REVOLUCION


Madero entra a Palacio Nacional


La revolución irrumpió en la historia nacional y se apoderó del tiempo mexicano con una violencia sin precedentes. Movimiento continuo, hecho con el caos de la destrucción y la esperanza en el porvenir, fue la génesis de un México que volvió los ojos hacia su pasado inmediato y –como en el siglo XIX- entrelazó su destino al de los caudillos.

En 1910 la república tenía 15 millones de habitantes. El setenta por ciento de la población era rural. El resto se encontraba en las ciudades y los centros fabriles más importantes: México, Veracruz, Guadalajara, Puebla y Monterrey. El setenta y dos por ciento no sabía leer ni escribir y la riqueza estaba concentrada en una pequeña oligarquía burguesa –la corte de don Porfirio- que se enriquecía participando en una amplia gama de negocios públicos: obras, transportes, minería, petróleo, banca y comercio.

El México porfiriano tenía dos rostros. El del progreso material cristalizado en los casi veinte mil kilómetros de vías férreas, la red telegráfica que unía al país, líneas telefónicas en las zonas urbanas, el alumbrado eléctrico y las casas comerciales. Obras públicas construidas con los sistemas de ingeniería más modernos del momento, como el desagüe del valle de México, el palacio de Comunicaciones, el puerto de Veracruz y los no menos importantes puertos de Coatzacoalcos y Salina Cruz mostraban al mundo las bondades del régimen.

El rostro de la desigualdad era lacerante. La hacienda se convirtió en el paradigma de la explotación. “Si quieren sembrar, que siembren en maceta” comentaban los hacendados de Morelos. En algunos lugares como Valle Nacional -en Oaxaca- y Yucatán, las condiciones de vida frisaban la esclavitud. La situación no era mejor para los obreros. Con jornadas de trabajo de más de 12 horas, sin derecho a huelga y sin seguridad social, las fábricas se convirtieron en verdaderos polvorines. El porfiriato acabó con las libertades públicas. La sociedad abdicó de sus derechos políticos a cambio del oropel de la estabilidad y la paz social, anhelada casi por un siglo.


Huerta y su Estado Mayor

En 1910, el México bronco resurgió furioso de las entrañas de la nación. Contra los agravios políticos la respuesta fue “sufragio efectivo, no reelección”. Contra los agravios sociales el grito fue de “tierra y libertad”. El reclamo era legítimo: “Justicia y ley”.

La violencia revolucionaria destruyó el orden porfiriano y la estabilidad del país por décadas. Con excepción de Madero, los nuevos caudillos –antidemocráticos por antonomasia- creyeron más en el argumento de las balas que en la fuerza de los votos. Durante más de veinte años tiñeron de rojo el ejercicio del poder e hicieron correr la sangre –propia o de extraños- al acercarse la sucesión presidencial.

Un millón de víctimas ocasionó la revolución en el periodo 1910-1921. Setenta mil más generó la rebelión cristera entre 1926 y 1929. La mayoría de los muertos era gente pacífica, “civiles”, los “revolucionados” -como les llamó Luis González y González. Aquellos que prefirieron enfrentar la revolución desde la trinchera de la vida cotidiana, dentro de las haciendas, acompañados por sus familias o defendiendo sus pueblos de los propios revolucionarios, pero no tomando parte activa en las filas de los poderosos ejércitos norteños.

Una generación de hombres se perdió. No alcanzaron ni siquiera los cincuenta años de edad. La terrible paradoja fue que las víctimas no cayeron combatiendo al porfiriato o la traición de Huerta –causas iniciales y ciertamente justas-, sino a manos de la propia revolución mexicana que en un acto de canibalismo político, en abierta lucha por el poder, -entre emboscadas, traiciones y juicios sumarios- los eliminó.


Artilleros Revolucionarios


Dentro de la vorágine de la violencia, la familia mexicana padeció las terribles ambiciones personales de los caudillos, y en poco tiempo se desintegró. Padres e hijos marcharon al frente de batalla. Las mujeres, en ocasiones, siguieron el mismo derrotero y terminaron ayudando a bien morir a los combatientes. La hambruna, el saqueo, la violación, las epidemias -calamidades propias de la guerra- azotaron por años la república.

De 1911 a 1940 la república tuvo dieciséis presidentes. Cuatro fueron restos del naufragio porfiriano. Los demás surgieron de los campos de la revolución. Ninguno pudo gobernar en condiciones normales. Por momentos, poder y muerte fueron sinónimos. Una revuelta anunciaba la siguiente. A una traición le seguía otra aun más sofisticada. El viejo refrán se hizo ley: “quien a hierro mata, a hierro muere”.

Los porfiristas dejaron el poder añorando la “mano dura” del dictador. Los revolucionarios fueron incapaces de cerrar la caja de Pandora y paulatinamente regresaron a las viejas formas de simulación y control porfirianas creando un sistema antidemocrático alejado de los principios fundamentales del movimiento iniciado en 1910. Años después, cuando Daniel Cosío Villegas escribió La crisis de México (1946) y anunció la muerte de la revolución mexicana a manos de su propio régimen, no se equivocó en su juicio: “Todos los hombres de la revolución mexicana, sin exceptuar a ninguno, resultaron inferiores a las exigencias de ella”



Por Eomer

Los Beatles se transforman en zombies en una nueva película


La novela, que mezcla humor y horror con el trasfondo de la historia de la música, se trasladaría a la gran pantalla con el título "Run for your Life"

Londres, 11 may (EFE).- Los Beatles regresarán a la gran pantalla convertidos en zombies devoradores de cerebros, según el proyecto de una productora cinematográfica que planea adaptar una curiosa novela protagonizada por el cuarteto de Liverpool.

La empresa Double Features, vinculada con la producción de éxitos como "Pulp Fiction" y "Erin Brockovich", ha comprado los derechos de la obra gráfica del músico y escritor Alan Goldsher "Paul is undead: the British zombie invasion", cuya publicación se espera para junio de este año.

La novela, que mezcla humor y horror con el trasfondo de la historia de la música, se trasladaría a la gran pantalla con el título "Run for your Life", según ha informado la agencia local británica PA.

En ella, John Lennon sería un zombie que mata a Paul McCartney y al resto de sus colegas del grupo, que a su vez regresan convertidos en muertos vivientes.

Todos se dedican a matar y devorar el cerebro de sus "fans", al tiempo que intentan escapar de los cazadores de zombies Mick Jagger, de los Rolling Stones, y la ninja Yoko Ono.

Una portavoz de la productora, Stacey Sher, indicó a la PA que se está buscando apoyo financiero para iniciar el rodaje y se calcula que pronto se podrá empezar el proceso de selección del reparto.

"Soy fan de los Beatles como el resto del mundo y el batiburrillo de Alan, que realmente encapsula su amor por la historia de la música y su apreciación del mundo zombie, es una lectura muy entretenida y divertida", declaró.

"¿Cómo no te puede gustar un libro en el que Jesús coincide con el zombie John Lennon, en que los Beatles son, de hecho, más grandes que él mismo?", apostilla.

Cuando se cumplen 40 años del lanzamiento del último disco de la banda, 'Let it be', están proliferando proyectos con los cuatro músicos como protagonistas.

Así, hace unos días se supo que Liam Gallagher, el cantante del grupo Oasis, ha adquirido los derechos del libro de memorias "The Longest Cocktail Party" de Richard DiLello para llevar al cine la historia de los últimos años de la formación.

Además, una producción de Disney recreará la película animada de 1968 "Yellow Submarine".



By Eomer

lunes, 10 de mayo de 2010

Los Mitos del "Grito"

Poco tiempo después de que Hidalgo iniciara la insurrección, el acontecimiento inicial arraigó en la conciencia de la sociedad. Su manera de convocar al pueblo a recuperar su libertad, las palabras con las cuales arengó a la gente, su ánimo libertario y la convicción con que asumió su causa, transformaron al 16 de septiembre en una fecha simbólica, plena de identidad para la Nación mexicana, incluso mucho tiempo antes de saber cuál sería el desenlace de la lucha.

Bajo el auspicio de Ignacio López Rayón -intelectual insurgente que tomó el mando del movimiento, luego del fusilamiento de Hidalgo- en septiembre de 1812 –apenas un año después de la muerte del cura y sus compañeros- tuvo lugar la primera celebración del “grito de Dolores” con una pequeña ceremonia cívica en Huichapan.

En 1813, todavía en plena guerra, Morelos presentó al Congreso de Anáhuac el documento Sentimientos de la Nación, en el cual propuso “que igualmente se solemnice el día 16 de septiembre todos los años, como el día aniversario en que se levantó la voz de la independencia y nuestra santa libertad comenzó, pues en ese día se abrieron los labios de la Nación para reclamar sus derechos y empuñó la espada para ser oída”.

Con la consumación de la independencia se dieron los primeros pasos para darle carácter oficial a la celebración. Un decreto del Congreso, del 27 de noviembre de 1823, declaró al 16 de septiembre fiesta nacional. Por entonces la gente ya se refería al hecho como “el Grito” y la primera población que erigió un monumento para recordar a los padres de la patria fue Celaya.

La primera ceremonia del Grito, con carácter oficial, en la que participaron todas las autoridades y para la cual se organizó una Junta Patriótica organizadora de los festejos, se llevó a cabo en 1825, bajo la presidencia de Guadalupe Victoria. A partir de entonces, no ha habido año alguno en que no se conmemore.

En 1847 no hubo ceremonia del Grito en la capital del país; se encontraba ocupada por el ejército estadounidense que izó la bandera de las barras y las estrellas sobre el Palacio Nacional, el 14 de septiembre. Sin embargo, en Querétaro, donde el gobierno mexicano se había establecido, hubo una modesta y austera conmemoración para recordar el inicio de la independencia en momentos tan aciagos para el país.

Ni siquiera en los momentos en que el país frisaba los límites de la desintegración, la anarquía y el caos como en 1847 o 1864, ni en medio de las guerras civiles que asolaron al México independiente durante décadas, el día de la Patria dejó de celebrarse: “El 16 de septiembre -escribió Justo Sierra a finales del siglo XIX- fue desde entonces [1810] una festividad nacional. Jamás ha dejado de serlo. Se han aumentado o suprimido otras fiestas patrióticas; pero ningún gobierno… se ha atrevido a arrancar esa fecha de los fastos mexicanos que el primer acto de la voluntad de la nación declaró sacrosanta”.

Mitos

Es generalizada la creencia de que, en la actualidad, celebramos el Grito de Independencia la noche del 15 de septiembre y no el 16 como verdaderamente ocurrió, debido a un capricho personal de Porfirio Díaz, quien, al encontrarse en la apoteosis de su poder, al fines del siglo XIX, decidió cambiar la ceremonia del “Grito” a la noche del día 15, porque en esa fecha cumplía años. Esta versión es totalmente falsa.

Desde que la celebración tuvo el carácter de “oficial”, las festividades se realizaban los días 15 y 16, y tenían lugar en la Alameda, debido a su extensión y a que podía reunirse mayor cantidad de gente. Además, el sitio era reconocido como uno de los paseos más tradicionales. El gobierno, generalmente, expedía un bando por el cual ordenaba a la gente adornar calles y balcones, e iluminar sus casas, como se acostumbraba para otras ceremonias importantes.

El 15 de septiembre por la noche se realizaba una serenata en la Plaza Mayor y el 16 había salvas de artillería, repique general a vuelo, ceremonia en la Catedral y paseo cívico. A mediados del siglo XIX, comenzó a hacerse costumbre que, a las 11 de la noche del 15 de septiembre, tronaran salvas y artillería, las campanas repicaran y bandas de música recorrieran la ciudad, para que todos recordasen el grito de independencia. Los fuegos artificiales se encendían hasta el día 16, a las ocho de la noche.

Durante las primeras décadas del siglo XIX no hubo arengas patrióticas en la celebración; se organizaban veladas o funciones en teatros, donde se leía poesía, se escuchaban oraciones cívicas y el evento principal en la Alameda se adornaba con discursos. El gobernante que por vez primera utilizó tanto el discurso como las arengas para recordar al inicio de la independencia y salió a un balcón para dirigirse a la gente fue Maximiliano de Habsburgo.

El emperador entró a la ciudad de México en mayo de 1864 y en septiembre viajó al pueblo de Dolores. A las diez de la noche del 15 visitó la casa de Hidalgo y una hora más tarde, desde un balcón, leyó un discurso donde elogiaba la figura del Padre de la Patria y llamó a todos los mexicanos a la unión y a la concordia.

Paradójicamente, una escena similar se vivió esa misma noche a cientos de kilómetros de distancia. El modesto carruaje negro en el que viajaba Benito Juárez enarbolando la bandera de la resistencia frente a la usurpación del emperador, hizo alto en una inhóspita región de Durango, cerca de los límites con Chihuahua, llamada la Noria Pedriceña. Juárez, Prieto, Iglesias y Lerdo de Tejada decidieron buscar un lugar donde pasar la noche.

Fue la propia adversidad la que propició una de las celebraciones patrióticas más emotivas del siglo XIX. “Los aniversarios comunes de las fiestas de la independencia -escribió José María Iglesias- tienen necesariamente algo de rutina. A semejanza de lo que ocurrió en el humilde pueblo de Dolores la noche del 15 de septiembre de 1810, el 16 de septiembre último [1864] vio congregados unos cuantos patriotas, celebrando una fiesta de familia, enternecidos con el recuerdo de la heroica abnegación del padre de la independencia mexicana, y haciendo en lo íntimo de su conciencia el solemne juramento de no cejar en la presente lucha nacional, continuándola hasta vencer o sucumbir”.

La noche había caído y solo se escuchaba el crujir de la madera que se consumía entre las llamas de las fogatas. Reconocido por sus dotes oratorias y su excelente pluma, alguien sugirió que Guillermo Prieto elevara una oración para evocar la gloriosa jornada de 1810. “La patria es sentirnos dueños de nuestro cielo y nuestros campos –expresó-, de nuestras montañas y nuestros lagos, es nuestra asimilación con el aire y con los luceros, ya nuestros; es que la tierra nos duele como carne y que el sol nos alumbra como si trajera en sus rayos nuestros nombres y el de nuestros padres; decir patria es decir amor y sentir el beso de nuestros hijos…, Y esa madre sufre y nos llama para que la libertemos de la infamia y de los ultrajes de extranjeros y traidores”. No era un azar, que Juárez y sus acompañantes, definieran la lucha contra los franceses y el imperio, como la segunda independencia de México.

Durante su gobierno (1876-1911), Porfirio Díaz continuó con la costumbre establecida a lo largo del siglo XIX: presidía las ceremonias la noche del 15 de septiembre, pero además, sustituyó el discurso por la breve arenga al pueblo, desde el balcón central del Palacio Nacional, y la verbena popular comenzó a organizarse en la Plaza Mayor de la ciudad de México. Cuando se trasladó la campana de Dolores a Palacio Nacional, en 1896, la fiesta se convirtió en un símbolo.

En 1910, al cumplirse 100 años del inicio de la independencia, Porfirio Díaz gritó desde el balcón central de Palacio Nacional: “Mexicanos: ¡Viva la república!, ¡viva la libertad!, ¡viva la independencia!, ¡vivan los héroes de la patria! y ¡viva el pueblo mexicano!”. Curiosamente, al momento de tocar la campana, no sonó. Algunos partidarios de Madero –que se encontraba preso luego del fraude electoral de junio de 1910- lograron ponerle un trapo al badajo de la campana, nada que no pudiera corregirse en el momento y seguir con el festejo.

La ceremonia del Grito poco ha variado desde 1910; quizá la arenga cambia con respecto a la situación sociopolítica del momento, pero representa una larga tradición cívica. La noche del Grito es punto de unión y encuentro permanente de los mexicanos; vincula e incluye, despierta el orgullo y desata el amor a la patria a pesar de las difíciles circunstancias en las que se encuentre el país.


BY EOMER

LA EXCOMUNION DE HIDALGO


Excomuión de Miguel Hidalgo

1. El 24 de septiembre de 1810, Manuel Abad y Queipo, Obispo electo de Michoacán, promulgó un edicto de excomunión para el cura Miguel Hidalgo. Irónicamente, entre los argumentos utilizados por Abad y Queipo no se encontraba el tomar las armas siendo sacerdote, encabezar el movimiento rebelde; tampoco el “seducir” a la gente para unirse a la causa insurgente, ni mucho menos el saqueo o las matanzas que había permitido.

2. Abad y Queipo no podía excomulgar a Hidalgo por haber iniciado la guerra de Independencia debido a que reconocía como causa justa “el derecho a oponerse al tirano”, doctrina sostenida por los propios teólogos españoles del siglo XVI, como Francisco de Vitoria y Francisco Suárez, en los que se había inspirado el propio Hidalgo.

3. Al momento de iniciar la guerra de independencia no había monarca español, la península ibérica estaba invadida por los franceses y la corona estaba en manos del usurpador José Bonaparte por lo que la lucha del cura Hidalgo en principio tenía justificación: era contra “el mal gobierno” y en defensa de la “santa religión”. Al levantarse en armas para defender la patria y la religión, Hidalgo encabezaba una causa, teológicamente justa, por la cual no podía ser excomulgado.

4. Para Abad y Queipo era necesario excomulgar a Hidalgo a como diera lugar, no por una cuestión teológica, sino por algo más pragmático: evitar que más gente se sumara al movimiento insurgente. La excomunión tenía como fin último provocar miedo en la población, hacer dudar a los insurgentes de seguir a un hereje condenado a las llamas del infierno como lo sería Hidalgo bajo la excomunión.

5. Bajo esta lógica, Abad y Queipo encontró una chicana para poder excomulgarlo, y lo hizo “por haber atentado contra la persona y libertad del sacristán de Dolores, del cura de Chamacuero y de varios religiosos del convento del Carmen de Celaya”. Hidalgo fue excomulgado simplemente por atentar contra la inmunidad eclesiástica, por haberse atrevido a tocar a otros sacerdotes, no obstante que ni siquiera hubo maltrato.

6. La excomunión de Hidalgo no fue legítima. De acuerdo con el derecho canónico, la facultad de excomulgar está reservada solamente a los obispos consagrados, Abad y Queipo era obispo electo por lo que no podía hacerlo. Sin embargo, cuando los insurgentes entraron a Valladolid, en octubre de 1810, luego de que Abad y Queipo huyera, el canónigo Mariano Escandón y Llera, levantó la excomunión lanzada contra Hidalgo. Al igual que Abad y Queipo, Escandón tampoco tenía facultades para hacerlo.

7. Existe la polémica de si el cura Hidalgo murió dentro de la iglesia católica. No cabe duda de que así fue. Poco antes de ser fusilado el 30 de julio de 1811 y luego de su degradación sacerdotal, Hidalgo recibió la confesión, la absolución y la comunión para morir en paz.

8. En 1985, al celebrarse el 175 aniversario del inicio de la independencia, Ernesto Corripio Ahumada, arzobispo de México, declaró que la excomunión en contra de Hidalgo nunca había tenido validez e hizo un reconocimiento a los primeros caudillos insurgentes.


by Eomer

VAQUEROS A LA ALZA

El llamado torneo bicentenario, zona Francisco I. Madero (zona norte) inicio muy complicado para Vaqueros Laguna, con un picheo endeble e inseguro, pero poco a poco a venido mejorando hasta alcanzar ya a 5 confiables abridores y muy buen staff de relevisatas largos, intermedios y cerrador, con Juan Salvador Delgadillo y Darío Veras a la cabeza. Se tuvieron que hacer algunos movimientos y ajustes en el roster, se fueron Baltazar Valdez, Alonso Castañeda, Baudel Zambrano, Pablo Joel Ochoa, Demetrio Gutierrez y el más sentido de todos, Henry Mateo, gran primer bat y buen segunada base o jardinero, pero llegaron, Julio de la Cruz, "don" Ramón Valdez el popular potrillo, Julian Figueroa, Sergio Guerrero, Allan Ramírez y el muy buen catcher Luis Enrique Nieblas, por lo que el equipo aparece muy bien redondeado y con sus abridores en buena forma y mejorando, apenas ayer una joya de pitcheo lanzo Delgadillo blanqueando a tecolotes y lanzando toda la ruta, con Ibarra y Alberto Manrique recuperando su nivel y las adiciones del dominicano De la Cruz y Allan Ramirez a la rotación le vienen muy bien a Vaqueros. La ofensiva sigue en su nivel dentro de las 3 mejores de toda la liga. Esperamos que estos Vaqueros mantengan el paso para alcanzar la mejor posición posible en esta primera vuelta a falta de 6 partidos, y comenzar de ceros la segunda para alcanzar el play of y repetir o mejorar lo logrado la temporada pasada.

By Eomer

"GET BACK", The Beatles

sábado, 8 de mayo de 2010

Fox estrenará en 2011 la "precuela" de "Planet of the Apes"



El estudio Twentieth Century Fox estrenará en junio de 2011 una nueva entrega del clásico "Planet of the Apes" titulada "Rise of the Apes", informó hoy la revista The Hollywood Reporter.

El filme, que será dirigido por Rupert Wyatt ("The Escapist", 2008), se adelantará cronológicamente a la historia ya conocida sobre el dominio de los simios en la Tierra para contar cómo los monos lograron tomar el control del planeta.

"Rise of the Apes" debutará en los cines de EE.UU. el 24 de junio de 2011, 43 años después que lo hiciera la cinta original "Planet of the Apes" protagonizada por Charlton Heston, en la que el actor interpretaba a un astronauta que aterrizaba en lo que, a priori, parecía un lugar extraño en el universo.

En esta ocasión, los simios serán generados por computador en lugar de ser interpretados por personas disfrazadas, como fue el caso en las anteriores entregas.

El argumento girará en torno a cómo los experimentos humanos con ingeniería genética llevan a los monos a desarrollar una inteligencia que les permite levantarse en contra de la supremacía del Homo Sapiens.

"Rise of the Apes" será la séptima película de esta franquicia, que comenzó en 1968, en llegar a la gran pantalla.

La última vez, el director Tim Burton fue el encargado de hacer un "remake" de la cinta original, para lo que contó con Mark Wahlberg, Tim Roth y Helena Bonham Carter como protagonistas.

"Planet of the Apes" también fue objeto de diversas producciones para la televisión, así como de un videojuego.



Por EOMER

OLMOS Y SU "RESCATE" AL CH DE TORREÓN


jueves, 6 de mayo de 2010

Un día de gloria



Era un hombre para quien la palabra “Patria” guardaba el significado más profundo. En ella se entrelazaban la vida, el destino y la muerte. Nacido en 1829 en la población tejana de Bahía del Espíritu Santo –cuando Tejas todavía formaba parte del territorio mexicano–, Ignacio Zaragoza fue seducido por la patria y por la guerra.

No fue militar de carrera pero sustituyó la preparación técnica y académica con el instinto y la pasión. Como muchos otros hombres del ejército republicano, alcanzó el grado de general en los campos de batalla, conduciendo soldados, dando órdenes y blandiendo el sable. Por encima de su esposa, de su familia o de su propio interés personal, para el joven militar, la Patria era su principal motivación y única bandera.

“Estoy resuelto a no dejar las armas hasta no ver en mi patria restablecida la Constitución y, por consiguiente, la verdadera paz de toda ella” -escribió durante la guerra de Reforma. Y lo cumplió. En los últimos días de diciembre de 1861, cuando México se alistaba para la guerra contra el extranjero, doña Rafaela –su esposa– cayó gravemente enferma; su fatal desenlace sólo era cuestión de días. Zaragoza, sin embargo, no se tentó el corazón; al recibir la orden de marchar de inmediato a San Luis Potosí, preparó el viaje, se despidió de doña Rafaela y la dejó en plena agonía. Mientras el general marchaba en busca de su destino –la Patria lo requería–, su esposa falleció el 13 de enero de 1862.


Mexicanos al grito de guerra

En febrero de 1862, mientras Zaragoza se encontraba a la espera de los acontecimientos, se abrió una posibilidad para la paz, cuando España, Inglaterra y Francia –que amenazaban al gobierno mexicano con iniciar las hostilidades si no pagaba su deuda–, decidieron sentarse a negociar con el ministro Manuel Doblado, en representación de Juárez, en el poblado de la Soledad, en Veracruz.

Aunque la situación parecía resolverse a favor de México, los franceses mostraron su verdadero rostro: su honor era un espejismo cuya realidad estaba alimentada por la mentira, la soberbia y la ambición. Apoyados por los conservadores, habían decidido invadir México para establecer una monarquía. Zaragoza entonces se puso al frente del ejército mexicano y dispuso la defensa de la patria.

Los franceses avanzaron hasta cumbres de Acultzingo, donde el 28 de abril, se verificó el primer enfrentamiento con las tropas republicanas. Fue tan sólo una escaramuza. La guerra estaba por comenzar y el sitio, no podía ser más perfecto, frente a los muros de Puebla. El mariscal Laurencez, general en jefe de las tropas francesas, se vio a sí mismo como el nuevo Hernán Cortés, y con toda la soberbia que lo caracterizaba, escribió: “Tenemos tal superioridad de raza, de moral, de recursos y de organización sobre los mexicanos que a la cabeza de seis mil hombres soy el amo de México”. Pronto se comió sus palabras. Los ánimos en el ejército republicano, sin embargo, se encontraban por los suelos en vísperas de la guerra.

Apenas unas semanas atrás, un descuido en un depósito de pólvora, localizado en San Andrés Chalchicomula, Puebla, había provocado una terrible explosión dejando más de mil muertos. Por si fuera poco, las tropas republicanas sabían que el ejército que se aproximaba por el camino de Veracruz, eran consideradas las primeras del mundo.

“Os prometo un día de gloria”

A Zaragoza nada le importó. Su vida estaba al servicio de la Patria, y en la madrugada del 5 de mayo de 1862, cuando el ánimo alicaído del ejército mexicano parecía anunciar la derrota, contagió de patriótica esperanza a sus hombres, a través de su famosa proclama al amanecer. ”Soldados: Os habéis portado como héroes combatiendo por la Reforma; vuestros esfuerzos han sido coronados siempre del mejor éxito y, no una, sino infinidad de veces habéis hecho doblar la cerviz a vuestros adversarios. Hoy vais a pelear por un objeto sagrado; vais a pelear por la Patria y yo me prometo que en la presente jornada le conquistaréis un día de gloria. Nuestros enemigos son los primeros soldados del mundo; pero vosotros sois los primeros hijos de México y os quieren arrebatar vuestra Patria. Soldados: leo en vuestra frente la victoria fe y ¡viva la independencia nacional! ¡viva la Patria!”.

Las hostilidades comenzaron pasado el medio día. Conforme avanzaban los minutos, el cielo comenzó a cerrarse y el campo de batalla fue cubierto por un fuerte aguacero. Los franceses cargaron una y otra vez sobre las posiciones mexicanas, y del mismo modo, fueron rechazados. A las 5 y 49 minutos, Zaragoza envió el mensaje definitivo a la ciudad de México: “Las armas nacionales se han cubierto de gloria”. La Patria cobijó a sus hijos: en una heroica jornada habían logrado vencer al ejército invasor. Nadie lo esperaba. Tan insólito fue el resultado, incluso para los propios soldados mexicanos, que horas después de la batalla, aún recorrían el campo para cerciorarse de la realidad. El propio Porfirio Díaz, escribió tiempo después en sus Memorias: “Esta victoria fue tan inesperada que nos sorprendimos verdaderamente con ella, y pareciéndome a mí que era un sueño, salí en la noche al campo para rectificar la verdad de los hechos con las conversaciones que los soldados tenían alrededor”.

El triunfo fue celebrado con júbilo entre las filas republicanas, sin embargo, Zaragoza no pudo menos que contrariarse frente a la actitud de la sociedad poblana. Parecía guardar luto por la derrota de los franceses. Sorprendido por la fría actitud de los poblanos, el general escribió al presidente Juárez: “Nada se puede hacer aquí porque esta gente es mala en lo general y sobre todo muy indolente y egoísta. Qué bueno sería quemar Puebla. Está de luto por el acontecimiento del día 5”.

La victoria del 5 de mayo, minimizada en ocasiones por la historiografía mexicana, retrasó un año los planes intervencionistas y aumentó los costos de la aventura imperial en México, lo cual, a la larga, determinó el fracaso de la intervención francesa. A principios de septiembre de 1862, Zaragoza cayó gravemente enfermo de tifo. Infinidad de veces había hecho doblar la cerviz a sus adversarios, dirigiendo batallas, caracoleando su caballo junto a los cañones, haciendo relucir su espada. La luz de su sol se extinguía irremediablemente, cuando se avecinaba el reinicio de las hostilidades contra los franceses.


Hombre de una sola victoria, Ignacio Zaragoza alcanzó un lugar en el altar cívico de la Patria. Tenía 33 años de edad cuando murió, el 8 de septiembre. Falleció habiendo conquistado un día de gloria para la nación mexicana; un día cinco, cuando sobre el cielo de Puebla, alumbró radiante, el sol de mayo.

BY EOMER

La batalla de Puebla, transmisión en vivo




Representación de la batalla de Puebla
La transmisión de la batalla fue prácticamente en vivo. La recién inaugurada línea telegráfica Puebla-México sirvió de vehículo de información para los habitantes de la capital que se reunieron en torno al Palacio Nacional en espera de buenas noticias. La República se estaba jugando su futuro en Puebla y la independencia corría el riesgo de ser mancillada por las bayonetas francesas.

El telégrafo comenzó a moverse desde muy temprano del 5 de mayo de 1862. El primer mensaje fue de Zaragoza: “En este momento que son las nueve y media de la mañana, tengo a la vista la vanguardia del ejército invasor y tengo formado mi campo a suburbios de la ciudad”. Una hora y quince minutos después, el aparato registró nuevamente los rápidos movimientos que se traducían en palabras: “El enemigo está acampado a tres cuartos de la Garita de esta ciudad. El cuerpo de ejército listo para atacar y resistir”.

El presidente Juárez era el primero en recibir cada mensaje y acto seguido se daba a conocer a los ciudadanos. A las 12 y 28 minutos del día, Zaragoza anunció el inicio de las hostilidades: “Son las 12 del día y se ha roto el fuego de cañón por ambas partes”.

La suerte estaba echada. Angustioso debió ser para el gobierno el tiempo de espera entre un telegrama y otro. Nadie daba un quinto por el ejército mexicano y mucho menos teniendo como enemigo a las tropas más poderosas del mundo. Con cada nuevo movimiento del telégrafo todos pensaban lo peor.

A las 2 y 30 minutos llegó otro parte militar. “Los zuavos se han dispersado y nuestra caballería trata de cortarlos en este momento”. Pasadas las 5 de la tarde se recibió una nueva información que con cierta incredulidad, permitió al presidente y a sus ministros abrigar la esperanza en el triunfo: “Dos horas y media nos hemos batido. El enemigo ha arrojado multitud de granadas. Sus columnas sobre el cerro de Loreto y Guadalupe han sido rechazadas y seguramente atacó con cuatro mil hombres. En este momento se retiran las columnas y nuestras fuerzas avanzan sobre ellas. Comienza un fuerte aguacero”.

Nadie daba crédito a lo que estaba sucediendo, México parecía alzarse con la victoria –sorprendente- sobre los franceses. A las 5 y 49 minutos se recibió el mensaje definitivo cuyas palabras alcanzarían la inmortalidad: “Las armas nacionales se han cubierto de gloria”. El sol de mayo había iluminado los campos de Puebla.


Por Eomer

¿DESEMPLEO EN MÉXICO?, NO, QUÉ VÁ...