lunes, 10 de mayo de 2010
LA EXCOMUNION DE HIDALGO
Excomuión de Miguel Hidalgo
1. El 24 de septiembre de 1810, Manuel Abad y Queipo, Obispo electo de Michoacán, promulgó un edicto de excomunión para el cura Miguel Hidalgo. Irónicamente, entre los argumentos utilizados por Abad y Queipo no se encontraba el tomar las armas siendo sacerdote, encabezar el movimiento rebelde; tampoco el “seducir” a la gente para unirse a la causa insurgente, ni mucho menos el saqueo o las matanzas que había permitido.
2. Abad y Queipo no podía excomulgar a Hidalgo por haber iniciado la guerra de Independencia debido a que reconocía como causa justa “el derecho a oponerse al tirano”, doctrina sostenida por los propios teólogos españoles del siglo XVI, como Francisco de Vitoria y Francisco Suárez, en los que se había inspirado el propio Hidalgo.
3. Al momento de iniciar la guerra de independencia no había monarca español, la península ibérica estaba invadida por los franceses y la corona estaba en manos del usurpador José Bonaparte por lo que la lucha del cura Hidalgo en principio tenía justificación: era contra “el mal gobierno” y en defensa de la “santa religión”. Al levantarse en armas para defender la patria y la religión, Hidalgo encabezaba una causa, teológicamente justa, por la cual no podía ser excomulgado.
4. Para Abad y Queipo era necesario excomulgar a Hidalgo a como diera lugar, no por una cuestión teológica, sino por algo más pragmático: evitar que más gente se sumara al movimiento insurgente. La excomunión tenía como fin último provocar miedo en la población, hacer dudar a los insurgentes de seguir a un hereje condenado a las llamas del infierno como lo sería Hidalgo bajo la excomunión.
5. Bajo esta lógica, Abad y Queipo encontró una chicana para poder excomulgarlo, y lo hizo “por haber atentado contra la persona y libertad del sacristán de Dolores, del cura de Chamacuero y de varios religiosos del convento del Carmen de Celaya”. Hidalgo fue excomulgado simplemente por atentar contra la inmunidad eclesiástica, por haberse atrevido a tocar a otros sacerdotes, no obstante que ni siquiera hubo maltrato.
6. La excomunión de Hidalgo no fue legítima. De acuerdo con el derecho canónico, la facultad de excomulgar está reservada solamente a los obispos consagrados, Abad y Queipo era obispo electo por lo que no podía hacerlo. Sin embargo, cuando los insurgentes entraron a Valladolid, en octubre de 1810, luego de que Abad y Queipo huyera, el canónigo Mariano Escandón y Llera, levantó la excomunión lanzada contra Hidalgo. Al igual que Abad y Queipo, Escandón tampoco tenía facultades para hacerlo.
7. Existe la polémica de si el cura Hidalgo murió dentro de la iglesia católica. No cabe duda de que así fue. Poco antes de ser fusilado el 30 de julio de 1811 y luego de su degradación sacerdotal, Hidalgo recibió la confesión, la absolución y la comunión para morir en paz.
8. En 1985, al celebrarse el 175 aniversario del inicio de la independencia, Ernesto Corripio Ahumada, arzobispo de México, declaró que la excomunión en contra de Hidalgo nunca había tenido validez e hizo un reconocimiento a los primeros caudillos insurgentes.
by Eomer
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